viernes, marzo 05, 2004

EL PARADIGMA ACTUAL DEL DISEÑO INTUITIVO Y DEL DISEÑO COMO MODELO DE PENSAMIENTO.

Sobre las actitudes y las sensibilidades. Convivimos con una etapa en nuestra vidas en donde la historia nos ha demostrado que estamos inmersos dentro de un facilismo filosófico del que todo es valido y nada es desmentido, este periodo nos ha tocado vivir y ha tocado las bases del diseño, el cual peligrosamente sino lo renovamos será dominado, por la supremacía de la ciencia y su aplicación a la tecnología como consecuencia estamos inmersos en la fascinación por el progreso del “chip” y no de las cualidades que son inherentes al pensamiento científico y mucho mas específico en cuanto al diseño el de uso, en la concepción de objetos. Según Comte – apóstol del positivismo lógico -, todas las ramas de nuestro conocimiento, pasan sucesivamente a través de tres estados (simbólicos): Teológico, Metafísico y Científico. El Teológico es el punto de partida de la inteligencia, el estado del nacimiento de las ideas. El Metafísico es un estado de transición, en el que las ideas evolucionan y tienden a definirse, derivando hacia formas y estructuras controladas y utilizables. El estado Científico, en el que las ideas se estabilizan, devienen definidas y son aceptadas. Al parecer con esta explicación el estado pertinente en desarrollo proyectual es el Científico. En el primer estado las insinuaciones del proceso de diseño en la configuración de objetos se contemplan solo en la relación pura del individuo y la función del objeto, ya comprendemos que es mucho mas que esto. Así mismo, las complejidades industriales guiaron a normalizar los comportamientos de proyecto de diseño en un estado de transición y las ideas se convierten en imágenes con una cualidad de indagación y cuestionamiento por la forma, relacionando la idea y su expresión. La calidad de un Proyecto de Diseño Industrial, se basa en el acto creativo de la Conceptualizacion del objeto, quiere decir que en un mismo acto se relaciona la idea, la imagen, su representación y su proyección, en otras palabras es la relación cotidiana y seria del artefacto con el hombre, y la visión dialéctica científica con el constructo formal. “Diseño puede significar tanto un concepto metafísico sin autoridad como una norma física. Me inclino a distinguir entre diseño en cuanto experiencia subjetiva, y el diseño objetivo... aquel que emprendo en respuesta a estímulos. Cuando decimos que existe diseño damos a entender que una inteligencia ha ordenado los sucesos según unas interrelaciones conceptúales y discretas”[1] Este cambio de actitud debe considerarse, y puede generar un pensamiento totalmente diferente y de juicio, en la concepción de objetos declinando en un modelo de pensamiento actual y circunspecto. Este proceso nos permitirá la estructuración de la forma teórica, capaz de colmar una expectativa como designadotes de lo cultural y nuestra propuesta conceptual. Por que solamente a partir de una forma estructurada, se podrá formular un pensamiento tridimensional y realizar íntimamente un camino crítico en la construcción de acciones en diseño. En este sentido, el diseño se convierte en un instrumento de modernización de la sociedad y dinamizador de la cultura. La singularidad del modelo tadeista. Dentro de este nuevo marco. La indagación científica en torno al diseño, surge de la necesidad del diseñador social de acabar con el aislamiento cultural recuperando la corriente racionalista y emprendiendo fuertes lasos de pensamiento encaminados a la tecnología. Proceso que desde hace varios años en la universidad Jorge Tadeo Lozano se viene desarrollando a nivel de proyectos de grado como un campo experimental, teórico y con caracteres proyectivos. Podíamos decir que a finales del milenio es tan fuerte este pensamiento que ya es casi en este ultimo año es una condición diaria y característica del que hacer pedagógico de la universidad. Esta propuesta se identifica por su cambio fundamental y permanente de razonamiento y determinando con fuerza las estructuras nuevas de pensamiento, así mismo potencialmente en un futuro se conseguirá un punto de coincidencia y de comprensión pedagógica, basada en establecer un equilibrio entre las primitivas necesidades humanas, las nuevas expectativas sociales y el acto racional junto con el pensamiento creativo que son en donde el estudiante, y el futuro profesional de diseño tome conciencia de la paulatina transformación de la inclinación de hacer objeto y la esencia del objeto, filogenia del objeto de uso. El estudiante tiene que ser capaz de generar ideas y contextualizar imágenes, proponer soluciones previendo su interpretación circunspecta y los efectos de designar en la materia. La pedagogía del diseño debe facilitar, proporcionar y suministrar acciones que provoquen en él una actitud critica. Por ende, comprender y dominar condiciones sociales ideologías, posibilitando su autonomía intelectual y su capacidad critica. Además la pedagogía en diseño, como modelo entre la complejidad de los valores y las relaciones que ofrece la sociedad, exige que apropie el carácter relativo de sus valoraciones y adopte una crítica sincrética científica ante diversos pensamientos sobre el diseño. Nace, sin recurrir a un modelo convencionalista. En un país como el nuestro, y en un ámbito como el Diseño Industrial, que una escuela supere más de treinta años parece un hecho a señalar. Pues en este momento el riesgo de caer en la tentación de la vanagloria desde hace varios años desvanece y se evapora en el momento en que los grandes centros de diseño colombiano de enseñanza, se preocupan por encontrar caminos diferentes de promoción y no de construcción de conocimiento. Y es extraordinario que después de tanto tiempo demos la vuelta ala creación de pensamientos, al fin y al cabo debatibles pero son pensamientos y puntos diferenciales que generan la verdadera competencia. La investigación en diseño ya no es tema de unos cuantos, es un tema determinante en cualquier institución y mucho mas con las coyunturas gubernamentales. La investigación en Diseño comprende diferentes topologías desde la más abstracta de investigación hasta la más concreta, y en el otro polo desde la práctica de diseño real más cercana hasta la más lejana. Estos estudios que son muy pocos y escasos, han cubierto la gama desde diseñadores y no diseñadores, pasando por investigaciones sin experiencia o estudiantes, a diseñadores con experiencia y expertos. Demostrando paulatinamente la compresión sobre la naturaleza de la habilidad para diseñar y las técnicas de diseño. Claramente se ven diferentes posturas y los mismos diseñadores tienen puntos de vista sobre lo que constituye la habilidad para diseñar y sobre la naturaleza de sus técnicas. Sin embargo, como la mayoría de personas con oficio, normalmente no piensan mucho sobre su técnica, ni intentan articularlas. Lo que se intenta es expresar que los estudios mas científicos en cuanto se habla de diseño o la génesis formal o estudios reflexivos en estos temas tienden y confirman las declaraciones mas intuitivas que a veces hacen los mismos diseñadores. Varias interpretaciones del diseño se han construido, esta, que escribe un arquitecto es un ejemplo que deja mucho que reflexionar: Nuestro cometido es darle al cliente, a tiempo y dentro de presupuesto, no lo que quiere, sino lo que nunca se soñó que quería; y que, cuando lo reciba, reconozca como lo que quería desde siempre.[2] Por esta razón es tan importante que solo absorbiendo información y esperando sintetizarla sea la solución, lo que se necesita saber del problema de diseño solo aparece cuando intentas solucionarlo coherentemente. Y la coherencia solo se logra con la indagación crítica y contextualizada de los fenómenos más inesperados; y las premisas que se utilizaron en la construcción del proyecto muchas veces mostraron, al investigarlas después, ser total o parcialmente falaces. Sin embargo, proporcionan un punto de partida necesario. Las definiciones de diseño como pensamiento y como actividad y el objeto como constructo. El diseño que conocemos -el diseño industrial- desde su nacimiento en la gestación de un contenedor por un hombre, hasta hace unos doscientos años en la cual fue reconocida como disciplina y que siempre ha querido estar a la vanguardia de las ideologías sociales, han surgido en todos estos periodos deferentes conclusiones y mas arriesgadamente definiciones: “El diseño industrial es una actividad proyectual que consiste en determinar las propiedades formales (relaciones funcionales y estructurales) de los objetos producidos industrialmente”[3] “El diseño industrial es una actividad proyectual que consiste en determinar las propiedades formales (relaciones funcionales y estructurales) de los objetos producidos industrialmente”[4] “Diseñar es un proceso de adaptación del entorno objetual a las necesidades físicas y psíquicas de los hombres de la sociedad.[5] Desde estas posiciones que han sido por décadas unas de la más interpretativa de nuestra ideología y hasta las más insipientes y mercantilistas como: “Un diseñador industrial es un soñador experto que se esfuerza incesantemente en inventar nuevos procedimientos para dar forma nueva a los objetos de la vida cotidiana.”[6] “El diseño es una mercancía un buen diseño vende.”[7] Hemos visto que el diseño industrial que reconocemos es rasgo inherente de la tecnología industrial que conocemos; si esta tecnología se ve a trasformada y en camino a enriquecer, como es su andar diario, en una versión postindustrial, debemos esperar que el diseño y su transformación teórica lo haga y se trasforme conjuntamente con ella, en donde alcanzaríamos cambios significativos, y donde deberíamos comenzar a postular cambios en la estructuras de pensamiento de nuestros estudiantes. Ahora bien para el caso que nos concierne partir de un postulado es netamente necesario, y es necesario entender como el diseño desde su concepción es algo más que una definición: “El diseño industrial es la actividad encargada de formar diseñadores de objetos, designadores de los cultural y comunicadores de lo social, la cual, desde esa aproximación idónea a la realidad de su discurso de conocimiento, en síntesis, es la concreción de una propuesta conceptual en una morfología, estableciendo una calidad objetual que designa al usuario dentro de un rol, generando una estructura de premisas proyectuales originales a su grupo humano.[8] Diseñar, es designar (dar sentido a la materia) establecer el sino, dar origen a significaciones, a través de un proceso conceptual donde se elabora y estructura significados – pertinentes a un sistema contextual especifico. Los significados construidos a través de este proceso de proyectación en diseño, deben y se obligan a ser textualizados y sintéticos, de igual manera deben gestarse sin temor a equivocarse. Dando como resultado una realidad cultural, la cual se auto designa en condición de uso y designa al usuario, con un carácter netamente antropogénico y definibles en un rol. El objeto de uso es accesible a la percepción, ineludible, inexcusable, manipulable y destacable de su contexto. Es revelador de una praxis (determinando al usuario, su teoría como conocimiento, su concepto como pensamiento tridimensional su práctica como apropiación y su proyección como genero social). Desarrollando una experticia y evocando una autodidaxia. [1] R. Buckminster Fuller Introducción – Diseñar para un mundo real. [2] D. Lasdun (1.972), en T. Birks, (Ed), Building our New Universities. [3]T. Maldonado Aktuelle Probleme der Produktgestaltung [4] T. Maldonado Aktuelle Probleme der Produktgestaltung [5] Bernd löbach Diseño Industrial [6] Freed Good S. Odd business, this industrial design. [7] Nonie Niesewano [8] Mauricio Sánchez. Morfogénesis del objeto de uso. La forma como hecho social de convivencia. U. Jorge Tadeo lozano. Cuadernos de Diseño Industrial. 2.001
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